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RECORDANDO A MARIO BUNGE

Luis Alberto Arista Montoya* “Muere Mario Bunge, uno de los científicos hispanohablantes más citados de la historia”, así con ese titular el diario El País de España dio cuenta de la muerte del filósofo argentino Mario Bunge, acaecida la noche del pasado 24 de febrero

RECORDANDO A MARIO BUNGE



03/03/20 - 05:34

Luis Alberto Arista Montoya*

“Muere Mario Bunge, uno de los científicos hispanohablantes más citados de la historia”, así con ese titular el diario El País de España dio cuenta de la muerte del filósofo argentino Mario Bunge, acaecida la noche del pasado 24 de febrero; había cumplido 100 años el pasado setiembre en la ciudad de Montreal (Canadá), donde residía desde 1966.

Aquí en Perú- a pesar de que sus obras fueron muy bien utilizadas, y sus conferencias fueron multitudinarias-, sin embargo, ningún medio de comunicación se acordó de él. “No importa, están en otras cosas”, diría el “viejo terrible” de la filosofía de la ciencia, como cuando dijo al ver que su presentador(un reputado filósofo peruano, muerto ya) se había quedado dormido mientras él hablaba de la “Ética del científico” en la Universidad de Lima; le llamaban el “viejo terrible” por su visión crítica, su radicalismo y por ser, a veces, un cascarrabia.

Va el homenaje en nuestra calidad de exasistente de ese gran Físico que arribó a la filosofía creando en América Latina una Teoría de la Ciencia y una Epistemología de las Ciencias Sociales, desde una perspectiva autónoma y didáctica, al margen del mercado de las ideas filosóficas eurocéntricas y pro norteamericanas. Escribió más de una centena de libros. En 1982 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y Comunicación por la influencia mundial de su teoría de la ciencia.

El Consejo de la Universidad Peruana (CONUP)- durante el gobierno de Juan Velazco Alvarado- aprobó en su Reforma Universitaria la creación de los Estudios Generales previos para las profesiones de letras y de ciencias(hasta hoy en día algunas universidades públicas y privadas siguen esta malla curriular, porque fue acertado logro ). El curso de “Teoría de la Ciencia”(o Metodología o Epistemología) se dictaba obligatoriamente en Estudios Generales. Se instauró a comienzos de la década de los años 70. Es en ese momento- cuando iniciábamos nuestra carrera como catedrático, en la Universidad Nacional Federico Villarreal y en la Pontificia Universidad Católica- es que utilizamos tres importantes libros de Mario Bunge :”La Ciencia, su Método y su Filosofía”, “La Investigación Científica”(955 páginas) y “La Intuición Científica”. Ningún profesor o alumno universitario que se precie de investigador puede dejar de consultarlos.

El maestro Bunge visitó dos veces Perú: La primera vez en 1996 en que dictó un curso para profesores sobre Metodología de la Investigación Científica en la Universidad Nacional Federico Villarreal; y la segunda vez (y última) el año 2000 dictó una conferencia magistral abierta en la Universidad de Lima sobre Filosofía de la Ciencia. Durante su primera visita el Rectorado nos designó ser su asistente de cátedra no solo dentro de la Universidad, sino también fuera: para hacerle conocer lo más importante de la ciudad de Lima, así de esa manera entablamos alguna amistad. Fue(es) un honor inolvidable.

Un día caminando por la Av. La Colmena, en cuyas veredas muchos librovejeros vendían en el suelo libros antiguos, dijo con cierta sorna “parece que aquí en Perú la cultura está por los suelos”;

en otro día al pasar por Palacio de Gobierno terminamos hablando de “la necesidad de que no exista una clase política”, para evitar la corrupción, porque “no es que la política sea cochina, sino lo que pasa es que son los políticos cochinos quienes la ensucian”; y al pasar por el local del Partido Aprista Peruano(en la Av. Alfonso Ugarte) nos reprimió: “yo no sé porque ustedes los filósofos peruanos aceptaron que Haya de la Torre tergiversara la Teoría Física de la Relatividad de Albert Einstein, para sostener su doctrina del “Espacio-Tiempo-Histórico”, que es puro macaneo, pseudo-ciencia”. ¿Ud. es aprista?, me preguntó mirándome fijamente. “No. Soy arista me falta una ´p´”, le contesté sonriendo; “y eso qué significa”, “después le cuento maestro, mejor sigamos caminando…” le dije.

Al finalizar su visita le hicimos una larga entrevista que fue publicada en el diario El Peruano el 30 de abril de 1996(páginas A5-A7), bajo el título “Mario Bunge y la búsqueda del saber”; entrevista que fue incluida en una antología realizada por Lucas Lavado(otro discípulo del “viejo terrible”), bajo el título de: “Mario Bunge, Diálogos Urticantes”(Lima, octubre 2012), un buen manojo de textos como homenaje en vida(lo único que se ha publicado en Perú).

Por su actualidad, de aquella entrevista extraemos los que nos dijo Bunge sobre la corrupción: “Creo que la corrupción tiene varios orígenes-declaró-, en primer lugar la pobreza. El policía es corrupto porque gana poco, el pequeño empleado de la burocracia estatal es corrupto porque gana poco, el político es corrupto porque es un político profesional, porque esa es su principal fuente de ingreso”.

“Yo creo que no debiera haber una clase política. Yo creo que los representantes, los ministros y los diputados, etc., deberían durar cuatro años y no ser reelectos; no hacer de la política una carrera, eso se debe evitar”.

-El tema de la corrupción, da la impresión, que se ha mundializado…, le dijimos (era abril de 1996, con Lava jato en ciernes).

“No sé si es mundial. No creo que haya corrupción en los países escandinavos, en Holanda o en Alemania. No es tan universal. Tenemos sí una muy vieja tradición. Pero yo digo: esas son las dos fuentes principales de la corrupción”.

-¿Se puede considerar a la corrupción como una especie de “sida moral”, por ser contagiosa?

Así es. Lo peor de todo es que no es un robo, digamos, de una persona a otra; es un robo a la sociedad. Toda la sociedad se reciente; al fin y al cabo son los contribuyentes lo que pagan el pato”.

Y, para finalizar este recuerdo, como siempre, invito a profesores investigadores y alumnos universitarios a consultar los libros de este preclaro filósofo de la ciencia. Espero, como seguidor de de su metodología científica, contribuir a difundir su obra en las aulas de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza. Alguna vez será. Esperemos…

*EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 27 de febrero de 2020. Luis Alberto Arista Montoya.

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