10/05/19 - 04:35
Luis Alberto Arista Montoya*
El pasado día miércoles Mirko Lauer publicó un artículo en el diario La República que tiene que ver con la importancia de la Cultura Chachapoya en relación con el pasado (la Cultura Inca) y con el futuro, es decir nuestro tiempo histórico contemporáneo. Lo nuestro es una apostilla a dicho texto.
“Chachapoyas, la serie negra”, es el título del artículo de Mirko Lauer que se refiere a la historia de muertos, momias y profanación de tumbas que, en buen sentido, mantiene a la Cultura Chachapoya bien puesta en el escaparate del Patrimonio Cultural universal.
Comenta que Stefan Ziemendorff - arqueólogo pesquisador de delitos antiguos- descubrió que la momia robada exhibida en un museo parisino en 1877 procedía de una tumba chachapoya profanada (quizá, de los sarcófagos de Karajía, o de la Laguna de los Cóndores en Leymebamba).
Ya sabemos que el pintor noruego Edvar Munch (1863-1944) vio la momia en el Museo del Hombre en París (situado en el barrio El Trocadero), que al verse impactado se inspiró y pintó en 1893 su célebre cuadro El grito, una de las pinturas icónicas de la historia del arte del pasado siglo. El cuadro muestra un fantasmagónico personaje con calavera de momia gritando, más dos personas detrás caminando sobre un puente, inmersos en un paisaje bajo una puesta de sol de arremolinados colores. El grito ha motivado muchas interpretaciones, siendo la más aceptable sobre la angustia existencial humana (vinculada a la filosofía de Kierkegaard)
La otra conjetura científica de Stefan Ziemendorff que se encuentra en estado de corroboración es que el inca Huayna Cápac (padre de Huáscar y Atahualpa, cuya lucha fratricida favoreció la invasión española: punto de partida de nuestra larga historia de odios y desconfianzas) fue envenenado con una pócima de hierbas por un disconforme cacique chachapoya, posiblemente en venganza por las atrocidades cometidas por los Incas contra las etnias ubicadas en el Valle Sagrado de los Chachapoya. Esta tesis la viene sosteniendo hace tiempo Waldemar Espinoza Soriano, el mejor historiador de la zona.
Coincidimos con que estas dos historias negras abonan a favor de la Cultura Chachapoya, la mantienen en vitrina de los nuevos destinos turísticos. “Coloca a la región Amazonas de lleno en el mapa de la pintura europea del siglo XX” y que “Chachapoyas sigue entregando sorpresas de primera magnitud a la historia peruana”. Y, como dicen nuestros abuelos de la región, todavía “hay mucho pan que rebanar”. Mientras tanto, la ciudadela de Kuélap y los Sarcófagos de Karajía (situados en la provincia de Luya), y la Laguna de las Momias con su museo de Leymebamba (en la provincia de Chachapoyas), están bien conservados, cual imanes para atraer turistas de toda laya, del mundo entero, partiendo, eso sí, desde la ciudad Antigua Chachapoyas que fue fundada en 1538.
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*EDITORIAL. Para Radio Reina de la Selva. Lima 9 de mayo del 2019. Luis Alberto Arista Montoya.
El Dato: Publicamos el Link de Stefan Ziemendorff, para los interesados: