Mucho se habla hoy en día sobre llegar al bicentenario de nuestra Independencia con nuevas reglas de juego en cuanto a libertad, igualdad y justicia sin embargo somos un país tan insipiente en esos temas en donde si nos referimos simplemente a lo que es la libertad en todo lo que esta palabra significa estamos exageradamente retrasados a comparación de otras naciones que sí pueden jactarse de ser plenamente libres.

Justamente hace un par de días atrás se celebró un aniversario de la llegada de los europeos que vinieron a nuestras tierras a saquear sus riquezas, pero por sobre todo a asesinar a casi toda nuestra gran cultura originaria implantándonos sus costumbres a punta de pólvora. De no haber sucedido aquello estoy seguro que hoy seríamos una gran potencia debido a la magnífica capacidad e inteligencia que caracterizaba a la población indígena de américa y muy en especial de nuestro Perú maravilloso. Para constancia de ello tenemos muestras de su organización social, cultural y artística que los invasores felizmente no pudieron destruir ni llevarse en su totalidad y esencia. Se habrán cargado el oro, pero no pudieron ni podrán jamás despojarnos de nuestros conocimientos ancestrales inigualables que perdurarán por siempre en nuestra sangre originaria.

Luego de siglos de dominación en 1821 a mi modo de ver pasamos a ser colonia ya no de España sino de muchos otros países que miraban a nuestra nación peruana como un botín rico en recursos que hasta el día de hoy es explotada por empresas extranjeras sin un control debido y dejando a pueblos enteros sumidos en la miseria y lo peor de todo con su medio ambiente contaminado donde nuestros campesinos ya no pueden realizar sus actividades agrícolas viéndose obligados a abandonar los campos para emigrar a las ciudades donde la gran mayoría vive en la miseria.

Al margen de todo lo anteriormente dicho pienso que hoy de alguna manera los peruanos somos esclavos ya no solo de extranjeros sino de otros peruanos que tienen poder económico los cuales a su vez manejan al poder político y quienes se juntan a espaldas del pueblo para confabularse y tomar las decisiones que más convengan a sus empresas y no al interés mayoritario del pueblo en general.

Para colmo de males una de las libertades supremas debería ser el derecho de nosotros los peruanos a elegir libre y conscientemente a nuestros gobernantes, lo cual es una falacia puesto que nuestras leyes electorales están hechas a la medida de los que tienen el poder económico sumado a ello la inoperancia demostrada por ejemplo por los últimos Presidentes de nuestra república que tan solo buscaban perpetuarse en el poder avalados por normas hechas por ciertos inescrupulosos desde el poder legislativo y por qué no decirlo de los demás poderes del estado. 

Todos o casi todos hemos sido testigos de los últimos acontecimientos que se han suscitado en nuestra convulsionada y vil política nacional. En esas circunstancias muchos de nosotros con el pecho henchido de ignorancia emitimos nuestras apreciaciones criticando o destruyendo honras de personas, de hermanos, de amigos puesto que cada uno tiene su color, y no hablo solamente de color político sino por sobre todo del color del dinero como del acomodo personal dejando lado el interés común que debería primar en esta coyuntura. 

Hoy estamos a puertas de una elección congresal con las mismas reglas de juego que llevó a muchos que en algún momento quebrantaron la ley, a sentarse en una curul de manera vulgar usurpando el cargo de verdaderos representantes del pueblo quienes deberían ocupar tan importante responsabilidad. Ese tema ya está muy manoseado y hasta causa repugnancia el solo hecho de mencionarlo pero que estamos obligados a hacerlo debido a que mientras más ajenos estemos de la política nacional seguiremos siendo gobernados por personas sin escrúpulos que, aunque lo queramos negar sus decisiones afectan nuestras vidas y la del futuro de nuestros hijos.

En esa perspectiva y viendo de cómo se están planteando las cosas para las futuras elecciones congresales al parecer sería mejor no votar pues creo que nadie en su sano juicio desearía ser cómplice de la desgracia de congreso que aparentemente se nos viene donde investigados y hasta encarcelados por corrupción y otros delitos hoy tienen las puertas abiertas para postular y estoy casi seguro de ganarse el cargo hasta de la Presidencia de ese poder aprovechándose de la desinformación, la ignorancia y las ganas de venganza de quienes fueron los más afectados con los últimos acontecimientos que conllevó a la disolución del que muchos llaman el peor congreso de la historia sin pensar aparentemente en la desgracia de legislativo que se presenta en nuestro camino por la premura y la improvisación en la que se elegirán a los candidatos dentro de los partidos, y véase ¿qué partidos? pues serán los mismos de siempre que llevaron a nuestro país a esta debacle moral ante los ojos del mundo.

Muchas veces por emitir mi opinión algunos amigos me han tildado de izquierdista rojo, de fujimorista naranja y por último me han dicho incoloro. En el caso último si han acertado pues yo no tengo gracias a Dios color político alguno. El único color que llevo en mi cuerpo y alma es el color humano y lo digo con mucho orgullo pues tengo muy buenos y respetables amigos de todas las tendencias por lo que hagan lo que hagan no me van a ver arrimado de manera extrema a lo que algunos llaman izquierda o derecha pues como lo he expresado siempre de manera metafórica que Dios me ha puesto con dos brazos para trabajar con pasión, dos ojos para ver con objetividad las cosas, dos oídos para escuchar las opiniones aunque sean contrarias a la mía y dos hemisferios cerebrales, cada uno de ellos con una misión específica pero que deben complementarse para funcionar como un todo en la búsqueda de objetivos. En conclusión, al tener un par de órganos de los mencionados es cierto que el uno es derecho y el otro izquierdo, pero no para enfrentarse entre ellos pues sería algo absurdo. Por el contrario, pienso que fueron hechos así por nuestro creador buscando construir la máquina perfecta. Seamos entonces o por lo menos intentemos ser también esa máquina perfecta a nivel de persona, de familia, de sociedad y busquemos un consenso verdadero pues de lo contrario jamás creceremos como país.

Sé que este consenso del que hablo será una tarea titánica tal como están planteadas las cosas en la actualidad, pero debemos dar el primer paso, solo ello nos hará gozar algún día de una libertad con todas sus letras.

Hablando de libertad electoral he visto algunas propuestas de posibles candidatos al congreso del 2020 como a las elecciones generales del 2021 y déjenme decirles que con aquellos candidatos el futuro que nos espera no es muy alentador y ello es lo que me motivó a expresar mi aspiración de que un día se implante en nuestra legislación el voto libre y voluntario de lo contrario seguiremos viviendo en una democracia a medias.

 

Súmese a ello que las personas capacitadas, honorables y dignas de ser autoridades sienten aún temor de participar en política en esas condiciones. Sé, que muchos ya se animan a hacerlo. Personalmente conozco a varios que sería un honor tenerlos como nuestros representantes no obstante por hoy no los voy a mencionar puesto que los estaría exponiendo ante la maldad de los que aún siguen pensando que son dueños del poder en nuestra ciudad, región y país.

Del mismo modo estoy completamente seguro de que nuestra sociedad peruana está conformada en su gran mayoría por personas de bien quienes luchan día a día por el desarrollo sin embargo las leyes y el manejo de las mismas dan pie a que en ocasiones perdamos las esperanzas y nos hagamos renuentes a la realidad poniéndonos a la defensiva y tratando de protegernos individualmente por nuestro lado de lacras como son la violencia, la corrupción y la criminalidad que hoy campean no teniendo aún visos de disminuir peor todavía de acabar. En estas circunstancias es difícil hacer política limpia y en igualdad de condiciones pues para lanzarte al ruedo tienes que renunciar posiblemente hasta a tu propia vida y la de tu familia para dedicarte a servir a los demás ya que si eres honesto corres el riesgo de vivir atemorizado por aquellos que viven al margen de la ley.

Deseo compartir con ustedes también estimados amigos que hace un par de semanas hice una publicación en las redes sociales referente a nuestra desastrosa coyuntura política ante lo cual un Señor al que felizmente no conozco me calificó como UN PERRO QUE LADRA ante lo cual me sentí un poco mal al inicio pero que luego pensándolo bien lo tomé como un halago pues el perro no es un animal cualquiera dado a que tiene demasiadas bondades, mucho más diría yo que algunos que se hacen llamar seres humanos pero que en su diario vivir demuestran que son verdaderos shapingos. Sé que estas críticas en mi contra no son las únicas y las acepto con hidalguía ya que al opinar sobre cualquier tema especialmente en política soy consciente de que me expongo a las mismas. Sin embargo, me reconforta saber de que por encima de las críticas nuestra sociedad chachapoyana hace gala de su cultura, respeto y tolerancia a quienes como yo intentamos con nuestras opiniones el buscar puntos de encuentro y ser más que meros divisionistas personas que tiendan puentes de diálogo y concertación entre hermanos e hijos de nuestra rica y multicultural sociedad peruana.

Reitero mi deseo de que en nuestro sistema electoral se considere el voto libre y voluntario de tal modo que nuestro propio estado no nos obligue a hacer algo que no queremos bajo amenaza de sanción o multa. Por lo menos en las circunstancias actuales nadie debería presionarnos a votar.

Es mi anhelo desde luego algún día ir a las urnas con la convicción de que las condiciones están dadas para emitir mi sufragio sin ningún tipo de presión o condicionamiento. Solo entonces diré que vivimos en una auténtica democracia. Ojalá que así sea, de nosotros y de nuestras autoridades depende.

Termino diciendo que es vital señalar el carácter imperfecto del presente trabajo y el espíritu de flexibilidad mental que nos permite aceptar sus bien intencionadas críticas y sesudas sugerencias para enriquecerlo y seguir aprendiendo.