Tras haber estado 394 días privada de su libertad, la lideresa de Fuerza Popular (FP), Keiko Sofía Fujimori Higuchi, abandonó ayer en la noche el penal de Mujeres Anexo de Chorrillos, luego que el Tribunal Constitucional (TC) declaró fundado el hábeas corpus que permitió anular la prisión preventiva que le impusieron por el caso Odebrecht.

En medio de varios simpatizantes del fujimorismo, la excandidata presidencial salió a las 8:36 de la noche por la puerta principal del establecimiento penitenciario. A su salida, fue recibida con un caluroso abrazo por su esposo Mark Vito, para luego recibir el mismo saludo de su abogada Giulliana Loza y el expresidente del Congreso, Luis Galarreta.

En breves declaraciones a la prensa, la hija mayor de Alberto Fujimori, dijo que haber estado en prisión ha sido los momentos más dolorosos de su vida, por eso “quiero dar gracias a Dios por haberme dado fuerzas para resistir”.

Luego dijo: “gracias Mark por tu amor y tu sacrificio, gracias a mis hijas por haber sido mi fuente de esperanza, gracias a Giulliana Loza porque nunca se cansó de luchar, gracias a mi familia, a los amigos, a los miembros del partido, a los simpatizantes que me han acompañado”.

Keiko también dijo que el Tribunal Constitucional “ha corregido un gran daño que se nos han hecho en un proceso lleno de abusos y arbitrariedades. Lo que me corresponde hacer es seguir enfrentando esta investigación como siempre lo he hecho”.

Además, indicó que en los casi 400 días que estuvo presa ha tenido la oportunidad de reflexionar. “Salgo con una misión adicional, el de ayudar a miles de hombres y mujeres que están sufriendo, que están en las cárceles sin sentencias. Me voy a tomar un tiempo para reencontrarme con mi familia, y para mejorar mi salud, y después nos veremos para seguir escribiendo la segunda etapa de mi vida”, afirmó.

Luego de sus declaraciones, Keiko subió a un vehículo extendiendo sus brazos como si estuviese en campaña política. De inmediato, bajo un cordón policial, se dirigió a su vivienda en Surco para reencontrarse con su familia.

Pese a haber sido liberada, la lideresa del fujimorismo seguirá siendo investigada por el fiscal José Domingo Pérez por el presunto delito de lavado de activos y organización criminal. La Fiscalía la acusa de haber recibido USD 1 millón de dólares de la empresa Odebrecht para su campaña presidencial del 2011. Dicho dinero, según Jorge Barata, salió de la ‘Caja 2’ de la empresa.