Sin embargo en el contar de la gente, que para ser franco a mí, no me consta y solo escucho, ninguno o casi ninguno, para no ser tan injustos, no cumplieron con lo que ofrecieron  y ni siquiera consiguieron la gratitud de aquellos que fueron elegidos, como segundones, casi sin invertir nada y al final, inclusive, se convirtieron en enemigos personales y más aún, en el colmo de los colmos, tampoco de aquellos, que como siempre, sacaron provecho y ventajas como los conocidos  ayayeros y chupamedias, que ahora tratan, otra vez, de acomodarse valiéndose de sus malas artes y  mañas.

Señor ingeniero Oscar Altamirano, usted tiene la suerte de haber sido elegido nuevamente como gobernador de la región Amazonas, por lo tanto acepte usted mi saludo y mis mejores deseos para que tenga éxito en su gestión y no me permito, todavía, felicitarlo por el cargo que ostenta, porque me reservo el derecho de hacerlo, al final de su mandato, si Dios me da vida,  teniendo la seguridad que la ocasión le permitirá para corregir errores de su anterior gestión o superar sus triunfos obtenidos en su primer mandato.

Usted ingeniero Altamirano, no es un improvisado en la política y en el manejo de los fondos públicos y su utilización en beneficio de la comunidad y el progreso de la región. No es un neófito en la gobernación. Sabe  usted que a nuestra gente no se le cuentan cuentos o falsas historias o se les promete castillos en el aire imposibles de cumplir, también sabe que las amenazas ni los malos tratos dan buenos resultados y que hay personas, de buen corazón, que se preocupan por el bienestar de la población y estarán constantemente analizando sus hechos, que desean colaborar con las autoridades representativas, en bien de los más necesitados y los que sufren hambre de pan y no tienen voz.

Pienso sin lugar a equivocarme, que siendo una persona inteligente, comprende la nobleza de nuestros paisanos y que todos nosotros, los presentes en nuestro terruño y los que vivimos lejos por causas del destino, tenemos la convicción que se va a rodear de gente profesional competente, tanto en el lugar como en todos los ámbitos de la república para conseguir la grandeza de nuestra ubérrima y bendecida tierra.

Hay profesionales que tienen escrito planes y proyectos para el bienestar de nuestra población, que le pueden ser de mucha utilidad, porque tengo la certeza que no se dejará engañar de magos o milagreros que tienen soluciones fáciles y rápidas para nuestros múltiples problemas, llenándose primero los bolsillos, luego dejando obras inconclusas o hechas con falsos expertos, con pésimo material, convirtiéndose en una franca estafa, cuyas consecuencias, caen como siempre, en el desprestigio de la cabeza de las instituciones.

Me cuentan mis informantes, que el gerente general de Canchulhuayco, es un médico cirujano, por lo cual me alegro mucho, porque tengo la seguridad, que siendo la salud uno de los problemas álgidos de Amazonas, es la persona más autorizada para solucionar por ejemplo el saneamiento de Bagua Grande, preocupación enorme de nuestros paisanos bagüinos, que teniendo al Utcubamba, al Marañón y otras fuentes acuíferas, paradójicamente no tienen agua y como consecuencia de lo cual hay un aumento de enfermedades de diferente etiología; mi colega también estoy seguro que terminará el hospital de Pedro Ruiz, que es muy importante por estar en un lugar muy preferencial de la carretera Fernando Belaunde Terry y no pensará en poner grifos o restaurantes, porque de eso ya tenemos de sobra y pronto, muy pronto con la venida de los carros que funcionan con electricidad ya no servirá ni la gasolina ni el petróleo.

Me cuentan también por ahí, que siendo el administrador, el mismo que tuvo nuestro gobernador en su primera gestión, se encargará de terminar el Relleno Sanitario de Mendoza, porque al parecer, según me cuentan, que tampoco el que dejaron en esa época no sirvió para nada. También me dicen que se proyectaron hacer varias plantas para fabricar Productos Lácteos y que solamente funcionaron a medias las de Leymebamba y Nueva Esperanza en Cumba, será porque algunos de los funcionarios de esa época tienen sus ganaderías en esa zona o es mera coincidencia? Tal vez los mismos encargados de hacer las plantas de Panela, como es el caso de la única planta que funciona en Santa Rosa en la provincia de Rodríguez de Mendoza, ahora se hayan dado cuenta que se debe sembrar caña de azúcar para tener la materia prima, porque la Panela se hace de chancaca y no de azúcar rubia, que si sirve para hacer aguardiente, como algunos hacían por el Puente de Utcubamba o San Isidro. Por allí también alguien me cuenta que felizmente las calles y la pista que va a la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza se asfaltaron cuando estuvo frente a la gobernación un hijo del valle de Guayabamba y que fue también él, el que hizo el auditorio y puso hermoso el local de Canchulhuayco, pero no le dieron tiempo para poner una placota con su nombre. 

Muchos paisanos me llaman para darme sugerencias y yo me encargo de ponerlo medio en serio, medio en broma, para poner alegría en este nuevo período de nuestro gobernador, a quien, me piden que le haga recordar de terminar las carreteras que hay en diferentes lugares de nuestro Amazonas y que una que existe a la otra banda del río frente al Tingo, solo le sirve a unos pocos que tienen sus bungalos y sus fundos por la Magdalena y que el resto de la gente solo lo ven desde el Mirador del Nuevo Tingo, especialmente una casasa que queda en la puntita del cerro y que parece ahora tiene nuevo dueño.

Amazonas se viste de gala con su presencia como su gobernador. Haga usted sentir su amor a la tierra que lo ha acogido como sus hijos predilectos, demuestre usted con sus obras y su honestidad que no es la ambición, ni su amor al dinero, ni la fuerza que da el poder, lo que usted ha buscado para volver a representarnos. Tiene usted la oportunidad de ser la primera autoridad de nuestra Región y de su buen comportamiento y de sus excelentes obras, serán las nuevas generaciones que lo elevarán a un pedestal de gratitud y será Dios que lo premie o lo juzgue por lo que hizo o dejó de hacer.