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CARTA ABIERTA A LOS HIGOS URQUINOS

Pastillita para el Alma 05 – 06 – 19 Hay noticias que rompen el alma y entre la añoranza, la pena y la indignación, tenemos que hacer un gesto de valentía y reponernos para no entrar en crisis y con la paciencia que Dios nos da sorber, el trago amargo y preguntarnos con letras mayúsculas ¿

CARTA ABIERTA A LOS HIGOS URQUINOS



05/06/19 - 04:06

Pastillita para el Alma 05 – 06 – 19

Hay noticias que rompen el alma y entre la añoranza, la pena y la indignación, tenemos que hacer un gesto de valentía y reponernos para no entrar en crisis y con la paciencia que Dios nos da sorber, el trago amargo y preguntarnos con letras mayúsculas ¿POR QUÉ?

Haciendo un poquito de historia, viene a mi memoria una pléyade de jóvenes, allá por los años de 1947, cuando en la plaza de armas de nuestra ciudad, sentados en una banquita, frente a la casa de don Celso Eguren y liderados por el Sr. Carlos Cobos, un estudiante de Medicina, natural y procedente de Moyobamba, había llegado a nuestra tierra a curarse de una enfermedad de las vías respiratorias y con el entusiasmo que proporciona la juventud, acordaban formar un Club social deportivo y cultural que agrupe a una juventud capaz de enfrentarse a los equipos imbatibles de la entonces Benemérita Guardia Civil del Perú.

La muchachada de ese entonces entre los que estaban Julio y Oscar Eguren, Pablo Rubio, Alcides Ramos, Anibal Noriega, Alfonso Piña, Alfredo Zubiate, Máximo Rodriguez, Napoleón Tenorio, Carlos Zubiate Bardales, Conrado Santillán, Julio Inchaustegui, Luis López, Hernán Ampuero, Oscar Torres, Santiago Castañeda, Luis y Moisés Monzante, Julio Reynafarge, Pedro Villacorta, Miguel Torrejón, Roberto Feijoo, Gustavo Santillán; Rigoberto y David Guevara, Manuel Sabarberín, Alfredo Albornoz, Héctor Burgos, un ingeniero Cano, entre los pocos que recuerdo, opinaron que el club que proponía Cobos no debería llamarse Banfield Club, sino todos por aclamación decidieron que tome el nombre de HIGOS URCO, en honor a la gesta de la Independencia y porque representa el honor de defender nuestra Patria, el valor de su gente, la nobleza de la mujer y el grito de Libertad de nuestra raza y nuestra tierra en la causa de la Independencia del Perú.

El Club Higos Urco de 1947, brilló en la cancha de Belén, como nunca. La valla imbatible del cabo Abdón, la defensa del cabo Víctor Reyna, Alberto López, del capitán Zelada, de los Ampuero y los Arista de la Guardia Civil, con sus celunchos de arco a arco y los cabezazos y puntapiés a boquijarro del sargento Lora, terminaban en los pies de Lucho Monzante de Conrado Santillán y en las manos del gato Alfonso Piña.

Las damas del Higos Urco ganaban todos los trofeos de vóley, allí estaban como Cecilia Tait o Lucha Fuentes nuestras aguerridas voleibolistas Clarita Tenorio Ampuero, Carmelita Tenorio, Isabelita Inchaustegui, Natita de Monzante, Nelly Ruiz, que en los últimos tiempos de gloria fueron reemplazadas por Dorisita Reina, Mónica Trauco, Lorica Rodriguez, Martha Riccio, Wilma Pizarro, Carmela Fernández, Wilma Bonifaz, entre otras.

El Higos Urco de Cobos duró hasta mediados del 50 y con el éxodo de la mayoría de los jóvenes de ese entonces, el club desapareció del escenario deportivo y social, dejando un almacén de trofeos de copas de plata y de diferentes metales que fueron guardados celosamente por la familia Eguren Ponce de León.

Una noche inolvidable de 1955, en la esquina de la calle de El Comercio y el jirón Grau, mientras escuchábamos una reunión en el Centro Social Amazonas, en los altos de la casa de doña Adolfina Hurtado, estábamos reunidos Conrado Santillán, Héctor Burgos, Jorge Zubiate y el que escribe esta Pastillita para el Alma, discutiendo la aceptación para integrar el equipo de futbol del Sachapuyos, por el que ya jugaban Conrado y Héctor y nos habían invitado para integrarnos, cuando se me ocurrió la idea de reactivar el club Higos Urco y digo así en primera persona, en honor a la verdad, porque soy higosurquino desde mis diez años y moriré como tal. La idea fue aceptada por unanimidad y después de ciertas deliberaciones fuimos a tocar la puerta del padre Pedro Pablo Reátegui para que sea el presidente, que no aceptó por su condición de sacerdote y nos sugirió buscar a don Víctor Santillán, a quien recurrimos en su casa de la plazuela de Santa Ana y aceptó con mucho agrado, pero con ciertas condiciones de entrega total por parte de nosotros para mantener el prestigio de una institución en el que era socio desde sus inicios.

Jamás dudaré de lo que significa la Amistad. Tarea difícil conseguir jugadores en una ciudad chica como nuestra tierra de ese entonces, sin embargo muchos de nuestros compañeros no tuvieron reparo de aceptar en vestir la casaquilla de nuestro club y algunos jugadores inclusive de otras instituciones deportivas, se unieron a nuestras huestes.

Mis padres don José David Reina y doña Rosita Noriega, eran también higosurquinos y sobre todo me siento orgulloso de haber sido uno de sus hijos engreídos, por lo que a mi pedido, me regalaron los uniformes, algunos chimpunes y las pelotas de básquet y de futbol con su inflador, así debutamos un 5 de junio de 1955, pienso si no recuerdo mal, con nuestro gran crack Víctor Pazos, recién llegado a Chachapoyas, que prometió hacer el nombre y apellido de los jugadores en el campin de Belén, con nuestro arquero de ese entonces Julio Shisha Villacrez, quien a mí, jugando de defensa, me pedía permiso para tirarse a atajar la pelota. Serio decía ¿Me tiro, me tiro?

Miles de recuerdos que nunca se irán del corazón, corazón que ahora sangra de dolor, cuando por la radio escucho que hay un comité evaluador en la ciudad de Chachapoyas, que están evaluando las casas ruinosas y entre ellas nombran a dos entidades por las que he dado parte de mi vida. Una de ellas el local de la Sanidad de la Policía, que bueno que malo, es una entidad del Estado que tiene autoridades que velan por su conservación, pero no se trata así, del local del Club Social Deportivo Cultural HIGOS URCO, que dicen que está en ruinas y está cayéndose.

Cómo puede ser posible que una institución que es un referente del deporte amazonense, un nombre que significa el heroísmo de nuestra gente en busca de la Libertad de toda nuestra Patria, un local que representa el esfuerzo de sus dirigentes, de sus asociados e inclusive de un pueblo entero, que en una u otra forma, ha colaborado para hacer realidad una institución con local propio, inclusive con una cancha de fulbito multipropósito en el centro histórico de una ciudad que se siente orgullosa de sus tradiciones. Muchos presidentes hemos puesto nuestro granito de arena para mantener en alto el prestigio de una institución señera en el firmamento del Nor Oriente Peruano.

Grandes figuras del deporte regional y nacional, han vestido su casaquilla y han sido sus dirigentes.

Un entrenador de renombre internacional el profesor Saavedra, dice, con mucha sinceridad y honestidad, que ningún equipo de los que ha dirigido y ha visto, inclusive en los diferentes seleccionados a nivel mundial, guardando las diferencias, ningún partido, lo emocionó tanto, como un partido de futbol, en el fortín de Belén, entre el Higos Urco y el Sachapuyos.

Hermanos del Sachapuyos, ustedes con los que cuantas veces nos hemos medido en la arena del deporte. Ustedes que son testigos de excepción de nuestra nobleza de espíritu, como es la de ustedes, es la hora de que todos pongamos el hombro para sacar adelante a una institución hermana, no permitan que se venga abajo un rival que supo de caballerosidad en la cancha y nobleza entre nuestras huestes, ayúdenos a levantarnos, ahora que ustedes vislumbran la gloria, porque jamás voy a creer que sientan orgullo viéndonos desaparecer.

Ustedes higosurquinos los que quedan con decencia y pureza de espíritu, vamos a levantar, como el ave fénix, a nuestra institución que tanto amamos.

Acepto tu compromiso Dr. José Antonio Peláez Bardales, así como dices, pelear hasta las últimas consecuencias y así como dejaste tu sudor en la cancha, ahora con todos los higosurquinos desparramados en nuestro suelo peruano, pongamos nuestro empeño para no desaparecer físicamente y se haga presente el espíritu aguerrido de Neil Román, Manuel Cabañas, José David Reina, Luis Cabredo, David Guevara, Lucas Torres, Panchito Merino, Elmer Antonio Torrejón; Nelson García, Jorge Zubiate, Germán Santillán, Julio Villacrez, Jorge Lincoln Ruiz, Rómulo Silva, entre muchos otros que estoy seguro también sienten vergüenza de lo que nos pasa.

A ti José Trauco, no permitas que desaparezca el Club Higos Urco, también aunque no lo creas, es un monumento histórico de patriotismo…, allí jugaron tus hermanos Rodrigo y Mónica.

A ti ingeniero Óscar Altamirano, gobernador de nuestra región, piensa en tu gente que te ha elegido, que te va a agradecer si su salón cuando menos va a servir para algo útil a nuestro pueblo y que sus 75 años de existencia se celebre en su local como un homenaje a la entrega moral de la mujer amazonense y la valentía de los hombres de Amazonas, que si saben de honor y de decencia, pero jamás de rendición o de hundir la frente. Te adelanto mi gratitud señor gobernador, por oírnos.

Jorge REINA Noriega
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jorgereinan@gmail.com

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