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Pastillita para el Alma 22 – 08 – 19 ¡Erasmo, Franciles, Ruperto!, ¿onde diablos se meten, muchachos zamarros?, ya está llegando la noche y se nos va hacer tarde para ir a visitar a mi compadre Torcuato

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23/08/19 - 03:55

Pastillita para el Alma 22 – 08 – 19

¡Erasmo, Franciles, Ruperto!, ¿onde diablos se meten, muchachos zamarros?, ya está llegando la noche y se nos va hacer tarde para ir a visitar a mi compadre Torcuato, que según me ha contado mi comadre Robertina, de un de repente se ha puesto maluco, con dolores en las sienes y con pérdida de la razón. 

¡Tanto andar y caminar mi pobre compadre, paque termine así, solito con la vieja de mi comadre y los prosas de sus hijos disque en la capital, uno de guardia civil, el otro de maestro y el último de negociante, que no vienen a ver a sus pobres viejos, que si no sería su hija Verenice, no habría quien los cuide y ampare!.

Aquí en el pueblo pareso estamos los amigos, pa vernos cuando estamos frejados con los achaques de los males, para darnos consuelo en nuestras necesidades y para cuando menos nos demos tiempo pa escuchar los dolores de los que se apuran pa irse al otro lao. 

La doctora Elisabeth Kubler-Ross, es una médico suiza, galardonada con 25 títulos doctor honoris causa, que durante 20 años de su carrera profesional ha estado acompañando a morir a miles de pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos de los diferentes hospitales de América y Europa, con lo que ha ganado una vasta experiencia en el comportamiento de los pacientes terminales y en las diferentes actitudes de los familiares en estos momentos difíciles de nuestra existencia. Ella es autora de varios libros, como La Muerte: Un nuevo Amanecer; La vida después de la Muerte, entre otros.

Si bien es cierto, hasta ahora la muerte se considera, como un estadio terminal de nuestro ciclo vital de los seres que pueblan la tierra, sin embargo en la opinión de nuevos escritores como Yuval Noah Harari y las nuevas tendencias del conocimiento humano, la muerte, en el futuro, debe ser considerada como “una enfermedad” en las que las células se deterioran por el pase del tiempo y terminan por envejecer y morir y se están haciendo una serie de experimentos y estudios para que las células no se envejezcan, tal como sucede con las gametos sexuales, las células madres y las células del cáncer.

Si muchas empresas, no necesariamente de productos médicos, han invertido billones de dólares para que en una universidad norteamericana hasta el año 2029, se encuentre la cura final del tratamiento del cáncer, con lo cual se determinará qué factores determinan que las células cancerosas no se envejezcan, permaneciendo jóvenes y si eso es la causa de la muerte de los enfermos por las enfermedades oncológicas, entonces será fácil encontrar que ninguna célula envejezca y tal como dicen, en el año 2050, el hombre vivirá hasta los 160 año o más.

Sin embargo, ¿qué vale una vida cuando no hay calidad de existencia, cuando los seres humanos son abandonados por sus familiares, por sus hijos, por sus amigos? 
¿De qué vale una vida prolongada si la persona es un mueble viejo y es una persona inservible en el hogar donde existe? El mundo con su desarrollo, desde la revolución industrial a fines del siglo XVIII, XIX y XX, con el descubrimiento de los antibióticos en 1945 por Fleming; a finales de 1965 70, con el descubrimiento de la quimioterapia, el promedio de vida se ha aumentado considerablemente. Si bien en la I guerra mundial, la gente se moría por la gangrena y siglos atrás por la peste negra y el tiempo de vida era más o menos hasta los 20 a 25 años, con los antibióticos se prolongó hasta los 40 años y con la quimioterapia, la radioterapia, las vacunas y los tratamientos inmunoterapéuticos están por encima de los 80 años, llegará el día en que el hombre vivirá por encima de los 500 años, cuando se descubra que las células ya no deben envejecer.

Entonces ¿Qué será del ser humano? Tendrán que cambiar las leyes. Tal vez el hombre seguirá siendo productivo, ya no habrá una jubilación a los 70 años, pero el viejo tendrá en que ser útil?  Acaso no estamos viviendo como es que diferentes industrias y fábricas van desapareciendo, como ha sucedido con las cámaras fotográficas, los rollos de películas, el procedimiento de su producción.

No recordamos que antes existían las secretarias, que se preparaban en institutos comerciales, aprendían mecanografía, taquigrafía. Existían las fotocopiadoras, las máquinas de escribir, los mimeógrafos, los esténciles, etc.

Antes las enfermeras y los técnicos se amontonaban alrededor de los pacientes en las unidades de emergencia y las unidades de cuidados intensivos, ahora el hombre de blanco tiene la información de las funciones vitales, de exámenes auxiliares, de pruebas funcionales de diferente índole en su teléfono al alcance de su mano.

Antes descubrir una diabetes mellitus, una hipertensión arterial, una insuficiencia cardíaca congestiva, un infarto de miocardio, enfermedades endocrinas, requerían de aparatos y exámenes muy especiales, ahora en los últimos tiempos, todo eso se estudia en una mísera gota de sangre, con resultados mucho más precisos.

¡Un buen corte de abdomen, que buen cirujano!, mientras más grande el corte, mejor el cirujano, ahora ya no se abre un abdomen e inclusive ya no hay la cirugía invasiva y agresiva y eso que estamos en los albores del gran despegue de la ciencia, que todavía no brilla en todo su esplendor. Se avizora, en poco tiempo, que se inyectarán equipos nanométricos que reemplacen las células enfermas, aparatos y sistemas.

¿Acaso no serán los robots que reemplacen la inteligencia humana?, como lo están haciendo en países del primer mundo.

Sin embargo el ser humano siempre seguirá siendo un ser viviente lleno de afectos y de sentimientos, por eso es que en estos últimos tiempos, en que va desapareciendo paulatinamente y casi insensiblemente el amor entre los hombres, cuando la clonación ya es una amenaza para crear al superhombre de Nietzsche y los principios de la religión, la creencia en Dios y la ausencia de los valores humanos son cosas del pasado y la libertad humana se está convirtiendo en libertinaje, el hombre tiene que volver a sus ancestros, al cariño sagrado de sus padres, de sus familiares de sus hermanos de las sociedades secretas, donde se pretende haya homogeneidad de sentimientos.

Se acabará el petróleo, la gasolina, se irá el plástico, vendrá la energía eléctrica y solar, el homo sapiens se hará Dios, pero nunca jamás estará  en su nivel o en su reemplazo.
Por eso, vuelve  hombre del ayer, vuelve hombre de todos los tiempos!!!

Vuelve a cargar tu portaviandas con un caldo de carne, tu taza de ponche, tu drake con yonque para ir a visitar a tus vecinos, cuesta arriba en la falda del cerro, donde la cruz extiende sus brazos al cielo, y alzando los dedos podemos tocar los pies de nuestro Padre Redentor, arriba en la soledad de los limoneros y los romeros, donde la alondra eleva su canto, como decía mi tío Ernesto Burga en el tercer año de primaria en el centro escolar N° 131 de Tushpuna de Chachapoyas.

No hay nada más grato para un hombre de bien y de buenas costumbres cuando al final de sus días ha cumplido con sus hermanos en esta gran familia de la sociedad humana, sin hacer prevalecer sus falsos egoísmos, sus rencores, sus odios escondidos, su pedantería, sus gritos desmedidos, creyendo que lo sabe todo. Bendito aquel ser humano capaz de involucrarse afectuosamente con el paciente enfermo, con aquel que ve próximo la muerte, poniendo encima de todo su CAPACIDAD DE AMAR.

Busqué mi alma; mi alma no la pude ver. Busqué a mi Dios; mi Dios me eludió.
Busqué a mi hermano y los encontré a los TRES 
Elisabeth Klüber-Ross

Jorge REINA Noriega
*AYÚDAME A AYUDAR*
jorgereinan@gmail.com

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